sábado, 13 de septiembre de 2008

El YO y el dolor.




LA PERCEPCIÓN DEL YO A TRAVÉS DEL SUFRIMIENTO.
Hay mucho que saber, y es poco el vivir, y no se vive si no se sabe. Baltasar Gracián.
Nos es imposible decir mucho sobre los aspectos previos al origen del universo, la materia y la causa primera ajena a la génesis y desarrollo del universo y su dolor. “Todo decir es deficiente – esto es, nunca llegamos a decir plenamente lo que nos proponemos decir. Y “Todo decir es exuberante” – esto es, que nuestro decir manifiesta siempre muchas más cosas de las que nos proponemos e incluso no pocas que queremos silenciar . José Ortega y Gasset.

Se impone así cierta humildad para aceptar revelaciones lógicas trascendentales o las intuiciones muy razonables sobre lo previo al origen del universo y sobre las tautologias de la causa primera, ya que nuestro pensamiento está limitado, a las percepciones gnoseológicas, a los axiomas de los cálculos lógicos y a nuestros mensajes genéticos, lo cual no nos permite definir lo que excede a nuestras facultades intelectivas pero si se nos permite relatar las experiencias extramateriales.


Después de todo lo expuesto ya que estamos sometidos en nuestro pensar a las restricciones del tiempo que nos presenta en presente el sufrimiento, del espacio que nos aprisiona y del cálculo lógico sobre las predicción de las vivencias dañinas. Debemos aplicar a nuestro modo de discurrir la influencia de nuestro vivenciar circunstancial proveniente del dolor “Pensamos lo que padecemos”.

El mundo no es una realidad independiente: el ser de las cosas no obtiene su realidad en ellas por sí y en sí, con independencia del Yo. El mundo es lo que el Yo advierte, o divierte, y tal como lo vivencia. El mundo “es lo vivido como mundanal”. Ortega y Gasset.

El universo consiste en todo aquello de que se ocupa el Yo. Su verdadero ser del mundo se reduce a lo que representa como tema de mi ocupación. No es por sí, subsistente, aparte de mi vivirlo, de mi actuar con él. Su ser es funcionante: su función en mi vida es un ser para. “Para que yo haga esto o lo otro con él.”Ortega y Gasset.


El error del pensamiento tradicional es que considera que las cosas que siempre existen pueden “Consistir” aunque el Yo no se ocupe de ellas, no las atienda y no las duela o divierta.

Todo lo carente de sufrimiento vivencial es inexistente inconsistente para el Yo.

Cada individuo irrumpe en el mundo inmerso en la oscuridad y el dolor, ignorante, falto de comprensión, e inconsciente de su entorno. Después comienza el lento proceso de aprender a reconocer el mundo en que vive, comprender su significado y, finalmente, generar su propia luz para iluminarlo, hacerlo brillar, y todo el proceso de aclaración brillante está impregnado del dolor de la oscuridad, todo lo no iluminado existe fuera del universo comprensible y como tal actúa cada persona ignorándolo.

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