LA CONFIANZA APORTADA POR EL MUNDO EXTERIOR.
Siguiendo los días y los años del cerebro del niño, se observa claramente que las relaciones simbióticas, del pequeño con la madre se han hecho insuficientes, frente a las frustraciones que van apareciendo, no obstante aparecen, nuevas figuras alrededor que proporcionan percepciones de seguridad y afecto.
Se le presenta al niño el mundo de la gratificación social, las figuras del padre, la familia, el colegio, el barrio y otras múltiples instituciones capaces de proporcionar afecto y amor gratificante.
Así declara el poeta, con un gran golpe de esperanza, podemos sobrevivir a las tristezas de la vida, si somos redimidos por un verdadero amor.
Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones,estas sienes,
pena que vas,
cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas.
Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes redondas, pobres, tristes y morenas. Nadie me salvará de este naufragio,
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.
Eludiendo por eso el mal presagio,
de que ni en tí siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo. Miguel Hernández, en El rayo que no cesa.
El cerebro infantil en su crecimiento, establece.
- Una nueva relación de condicionamiento reflejo.
- Entre los actos cariñosos recibidos y un vertido de neurohormonas euforizantes, placenteras.
- Este condicionamiento contrarresta, la activación de las zonas cerebrales de autoagresión.
- Además elabora, mecanismos mas refinados de descarga de estrés y agresividad, mediante el lenguaje, la danza, el deporte y otras actividades más.
LA INTIMIDACIÓN IMPRIME SENTIMIENTOS DOLOROSOS.
Los mecanismos sociales de compensación, de las energías intraagresivas presentan, su cara oculta cuando el niño, es agredido por el entorno o pierde el contacto, con las figuras parentales de seguridad.
- En el momento en que el cerebro infantil se siente agredido por el exterior, elabora, el sentimiento emocional, de Amenaza y padece las mismas sensaciones de Pérdida vital, provenientes del dolor físico.
- Esto causa una ampliación, de las energías emocionales,en el armario intraagresivo del cerebro.
La cultura como liberadora de las agresiones sociales.
- En esta situación de sufrimiento, el cerebro necesita establecer, nuevos mecanismos de descarga, fuera de las reacciones endocrinas o fuera de las conductas motrices primarias.
- El cerebro devuelve, las energías autolacerantes, al entorno exterior social, mediante la elaboración de conductas verbales, artísticas, deportivas y otras que descarguen los sentimientos de sufrimiento interior.
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